El software para talleres es una herramienta para mantener ordenados y accesibles los datos que necesitamos para nuestro trabajo.
Su uso nos permite desarrollar nuestra labor de una forma más eficiente y mejora la imagen hacia el cliente, creando un evidente valor añadido.
Exigimos al software para talleres: exijamos al «hardware» (herramientas) también
A la hora de programar, los ingenieros de Futuro Informática deben determinar dónde se almacena cada dato de, por ejemplo, una orden de reparación (el número, la fecha, el cliente, el vehículo, los kilómetros…), y facilitar así el acceso a dichos datos y su correspondiente uso.
En el taller, el disponer de un panel de herramientas bien organizado, con espacios predeterminados para cada útil, facilita no solo el acceso a cada utensilio, si no que facilita su recogida y devolución.
Imagine el usuario del programa para taller mecánico que cambiase la posición de cada botón o campo cada vez que accediera a rellenar por ejemplo una factura. Dificultaría el trabajo sobremanera (y tacharía a los desarrolladores de inútiles, seguramente). Entonces, ¿por qué no aplicamos esta norma a nuestro negocio?
Tener la herramienta a mano en el momento necesario y de forma casi intuitiva (como cuando manejamos el software) nos permite mantener la concentración en el trabajo y ahorra un tiempo considerable: a cinco minutos diarios, acumularíamos 20 horas en un año; media semana de trabajo desperdiciada que tiene una fácil solución.
También evitaremos pérdidas y accidentes si al finalizar un trabajo ordenamos todos los útiles usados. Olvidar una llave dentro de un vano motor puede significar tanto la pérdida de esta, como el tiempo de atender al cliente porque ha percibido un ruido por ejemplo o en el peor de los casos, que la llave suelta acabe produciendo una avería.
El carro de herramientas es otro instrumento que complementa al panel. Evita desplazamientos y por ello complementa el ahorro de tiempo buscado, eso si, siempre manteniendo el orden que mencionamos. El andar revolviendo un cajón lleno de llaves no es precisamente una labor productiva.
Ser cuidadoso y mostrar que lo somos
Por último, que decir de la impresión que produce un taller limpio y ordenado cara al cliente: por extensión apreciará nuestra profesionalidad y atención al trabajo, generando confianza y fidelidad.
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